La innovación tecnológica ha propiciado avances relevantes en el terreno de la maquinaria de demolición, pues este sector ha podido aprovechar determinados progresos logrados en el ámbito de la maquinaria industrial.
Esta cadena de innovaciones ha propiciado que puedan plantearse empresas que antaño resultaban inimaginables. En este aspecto, el negocio de la construcción ha generado obras mastodónticas que nunca podrían haberse afrontado sin contar con una maquinaria de demolición avanzada y con condiciones especiales.
En este sentido, cabe destacar la fabricación de una serie de vehículos de obras de dimensiones extraordinarias, cuyos recambios de maquinaria también se caracterizan por su tamaño.
Por ejemplo, la Bagger Krupp 288, la excavadora más grande que ha existido y que se utilizaba en minas. El Armored Caterpillar D9R es otra excavadora gigante, de origen israelí, que realiza tareas de demolición, excavación y construcción. Además, cuenta con protección balística y equipamiento militar. Por su parte, la Liebherr LTM 11.200-9.1 se erige como una grúa telescópica que se extiende más allá de los 100 metros y cuenta con una suspensión compuesta por nueve ejes. El modelo L-2.350 remite al cargador más grande del mundo, mientras que la Genesis 2.500 está considerada la maquinaria de demolición con mayor fuerza del mercado. Por último, la motoniveladora de mayores dimensiones del orbe salió a la venta con el nombre Caterpillar 24H.
No obstante, los catálogos de esta maquinaria industrial también cuentan con artefactos más sofisticados. De hecho, el robot para demoliciones Brokk 100 incorpora notables mejoras a nivel de flexibilidad (capacidad giratoria de 360 grados), diseño y potencia. Además, cuenta con luces LED, sistema hidráulico de sensor de carga con caudal variable y cubiertas de acero para mitigar los efectos de los choques.
En resumen, unos avances que incrementan el rendimiento de las empresas y unas innovaciones que se notan en tamaños y utilidades.
